top of page

Procesos Individuales

El punto de partida de un proceso es una condición normalmente molesta que existe en tu vida y que quieres cambiar o mejorar. Puede ser una condición física (dolor, trastorno digestivo, dificultad en la respiración o relajación) o la dificultad para permitir y expresar ciertas emociones, indecisión o estrés.  Muchos procesos se inician también como recuperación de un accidente, operación o trauma. 


Puede tratarse también de un proyecto que te gustaría hacer real, una cualidad que buscas o quieres potenciar.

 

El aprendizaje es siempre a través del cuerpo y se enfoca en llegar a reconocer y parar los obstáculos que encuentras en el camino y desarrollar las habilidades específicas que son necesarias para llevar a cabo tal propósito.

 

El proceso incluye un aprendizaje de cómo gestionar el miedo y el dolor, cómo tomar responsabilidad sobre tu vida y de cómo dejar ir lo que ya conoces para aprender así nuevas posibilidades.

 

Las sesiones duran aproximadamente 1 hora. Utilizamos básicamente tacto e instrucciones para que puedas participar activamente del encuentro. 

Galería

Testimonios

 

"Mi mayor descubrimiento fue aprender a escuchar a mi cuerpo: ahora me avisa con más claridad que mi mente de lo que me gusta y de lo que me hace daño, y tengo herramientas para disfrutar de ello o parar lo que no deseo. Con ello, he mejorado tanto físicamente como en mi relación con los demás y conmigo misma. Me siento menos culpable y más responsable, menos ruidosa y más presente. Esto me hace feliz y me siento capaz de seguir aprendiendo a serlo."​

 

Muriel, escritora y profesora de escritura

"... Ahora ya llevo más de dos meses haciendo sesiones y el resultado es abismal: más confianza en mi misma, más seguridad y , lo mejor de todo, control absoluto sobre mis ataques de pánico..."

Roser, tester de experiencias

Beatriz Fernández con un cliente durante una sesión de un proceso individual

bottom of page